“Ayer es historia. Mañana un misterio. Hoy es un regalo. Es por ello que es llamado presente” Oggway

Sin embargo, y ya con algunos años encima nos damos cuenta de que es todo lo contrario: te paras frente al espejo y te preguntas: “¿de dónde salieron estas arrugas o los achaques de la vejez?”. Y sigues con el interrogatorio, ¿qué dejaste sin decir a alguien que ya no está?. Si tuvieras a esa persona querida por un momento más en tu vida, ¿qué le dirías?. Cuantas veces he querido poder abrazar a mi mamá o a mi papá, decirles lo mucho que los quiero y extraño y lo agradecido que estoy por todo lo que me dieron. Considero que la actitud ante la vida, no debe ser “perder tiempo” en cosas que no me agraden o me llenen. También se debe evitar las actividades vacías solo por llenar el tiempo. Por lo tanto, invirtamos mejor el tiempo, en la familia y amigos, ayudando a quien necesita, aprendiendo algo nuevo, deposita minutos en tus sueños, tu salud, la persona amada, etc. Recuerda siempre ponerlas primero. El resto encontrará su lugar.
No pierdas el tiempo pensando en lo pasado, te anclarás y no prosperarás y no dudes en lo que te puede pasar en el futuro, porque eso se sabrá en seguida y te llenará de temores, recuerda; “hoy es el mañana acerca del cual te preocupabas ayer”. Dale Carnegie. Robusteciendo esto, comparto con ustedes las palabras de nuestra dilecta Directora, ellas nos dice que “…los ricos de nuestro mundo afirman que el objeto mejor adquirido por su riqueza, es tiempo. Sí señor, el tiempo. Nuestro tiempo es vida porque a veces pasamos el tiempo con cosas que destruyen, conversaciones con personas que lo único que hacen es quejarse y no contribuyen a nuestro crecimiento espiritual y material, la verdad que si tienes tiempo libre deberíamos dar amor a nuestros hijos o donarlo para las personas que en realidad lo necesitan, no en cosas que no benefician en nada”.
Amigos de Vida en Connecticut, para hacerlo más fácil, imaginémonos que existe un banco que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de $ 86.400. No acumula tu saldo para el otro día, así que cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante el día. Les pregunto ¿Que harían? Retirar hasta el último centavo,.. ¡verdad!. Cada uno de nosotros tiene ese banco. Su nombre es tiempo. Cada mañana este banco te acredita 86.400 segundos. Cada noche este banco borra y da como pérdida cualquier cantidad de ese crédito que no has invertido en un buen propósito. Este banco, lastimosa o ventajosamente no extiende saldos ni permite sobregiros. Cada día te abre una nueva cuenta. Si no usas tus depósitos del día la pérdida es tuya. No se puede dar marcha atrás. No existen los giros a cuenta del depósito de mañana. Financieramente hablando, debes vivir en el presente con los depósitos de hoy. Invierte de tal manera que puedas conseguir lo mejor en salud, felicidad, éxito. Consigue lo máximo del día. El reloj de la existencia sigue su marcha, segundo a segundo. De pronto ustedes leen segundos, yo les digo;
Para entender el valor de una milésima de segundo, pregúntale a una persona que ganó una medalla de plata en las olimpíadas o a aquel que por un pelo evitó un accidente. Y si leemos "un minuto" y nos parece nada. Pero, como se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, preguntémosle a una persona que perdió el tren, cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos. Ahora bien, 60 minutos más allá, averigüemos en los amantes que esperan para encontrarse.
Adelantemos nuestro calendario 365 días, qué decir de un año, para entender el valor de un año, averíguale a algún estudiante que perdió el año de estudios. Más abajo en cifras, para juzgar el valor de un mes, pregúntale a una madre que dió a luz a un bebé prematuro. Entonces, atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más si lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo. Recuerda que el tiempo no espera por nadie. Deja que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.
Por último, apreciados amigos que siembran en la fertilidad del tiempo, sepan que el tic-tac de la vida, son horas que nos hacen sentir de distintas formas, haciendo que en determinadas circunstancias el tiempo parezca estirarse o encogerse según el estado de ánimo en el que nos encontremos, y es por ese sentimiento totalmente irracional pero absolutamente real, de que el tiempo es distinto para cada momento: muy lento, para aquellos que esperan. Demasiado rápido, para aquellos que temen. Excesivamente bello para aquellos que sobreviven. Ya es tiempo de que lo valoremos sin tener que enfrentar la muerte, pues esta invitada compañera eterna de la vida llegará a tiempo.
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