viernes, 16 de julio de 2010

CONNECTICUT Y LA INMIGRACION ECUATORIANA

“La travesía del héroe es un viaje para encontrar el tesoro de nuestro verdadero Sí mismo. Todo aquél que emprende la travesía ya es un héroe. Carol S. Pearson


La migración hacia los Estados Unidos comenzó desde el año 1950, sin embargo es necesario puntualizar que durante 39 años es decir desde 1950 hasta 1990 existía un promedio de llegada de 16,000 ecuatorianos anualmente, sin embargo el saldo migratorio desde 1999 hasta el 2007, data que salieron, un millón de ecuatorianos en casi 10 años, es decir; 100.000 por año..  realmente es alarmante. Ahora bien, haciendo un poco de historia de la migración de ecuatorianos hacia New England sabemos que esta comenzó desde la década de los 70, 80 y 90 que empezaron a llegar los primeros 150.00 ecuatorianos a los Estados Unidos de Norteamérica, particularmente al sur de New York.

Sabemos que en Estados Unidos existe una población de ecuatorianos de aproximadamente 450.000 según el Census Bureau, otros dicen que hay 1.400,000. Algunas cifras optimistas suman 1’800.000 esto demuestra porque son la segunda población sudamericana más numerosa de los Estados Unidos y el octavo grupo hispano-latino mas grande. En fin, es un enigma y una gran realidad.  Ahora bien, sin la inmigración masiva de ecuatorianos, jamás hubiéramos conocido este maravilloso estado de Connecticut conocido con el apodo del Estado de la Constitución cuya superficie es de 14.371 km2, distribuida en cerca de mil lagos y bosques que cubren más del 60% del estado, en resumen su extensión territorial es similar a lo que fue la provincia ecuatoriana de Pichincha. Este fértil territorio ahora constituye el lugar de asentamiento de muchos ecuatorianos, el mismo fue defendido hace 371 años por la tribu Pequot que veían en los extranjeros una amenaza. Connecticut “Lugar del largo Rio” según los nativos, tiene una población de 3.405.565 y si analizamos la población ecuatoriana en Connecticut empezó desde la década de los 70 en adelante, llegando hoy a 16.000 según el Census Bureau, con un margen de error de 5.000.  Y según  las estimaciones del Centro Lewis Munford  de la Suny University at Albany, New York, la población de ecuatorianos seria 21.500, sin embargo los datos más aproximados y recientes que se tiene, es que fácilmente supera los 55.000  producto del desplazamiento de ciudades y estados como New York, New Jersey y algunas familias de New Orleans.

Se cree que ciudades como New Haven, - segunda ciudad más poblada del estado con 128.000 hab., - West Haven, East Haven, North Haven, Wallingford  albergan entre 8.000 a 10.000 coterráneos, en la ciudad de Danbury  existirían cerca de 10.000, y en otras ciudades también existe una población importante como Bridgeport, Stamford, Norwalk, Bristol, etc). Sin embargo hay que tomar en cuenta que algunas cifras  subestiman significativamente la cantidad real. Esto se debe a que un segmento importante  de Ecuatorianos que vive aquí en los Estados Unidos lo hacen sin la debida documentación legal (es decir, son residentes irregulares). La idea es tratar de mantenerse “invisibles” ante el Gobierno de los Estados Unidos. Esto es la consecuencia por la que no exista una cifra exacta de ecuatorianos por ciudades en el Estado de Connecticut.

Desde la década de las 60 y 70 épocas en que emigraron los primeros Ecuatorianos a este Estado han contribuido activamente al creciente desarrollo de esta ciudad y Estado, siendo su  principal característica la adaptación rápida y disciplinada a las Leyes y costumbres y el estricto acatamiento y obediencia las Autoridades que  gobiernan.

Los ecuatorianos son gente laboriosa, honesta  que busca la tranquilidad, la paz para llevar una vida digna y decente. Por su aporte eficaz, responsable y su esmero se han ganado el reconocimiento de las demás comunidades. Muchos de sus hijos se han destacado en este País y estado como profesionales capaces, jueces probos, empresarios honestos, sacerdotes ejemplares, profesores sobresalientes, deportistas destacados, mujeres hermosas y dignas, solidarias y protectoras de sus familias, jóvenes y estudiantes brillantes, trabajadores dedicados a sus labores etcétera, etcétera. 

En este año que celebramos el  Bicentenario de la Primera Declaración de Independencia Hispanoamericana proclamada en Quito, capital del Ecuador, el 10 de agosto de 1809, rendimos homenaje a la valentía y dedicación de aquellos que fundaron nuestra nación y celebramos los valores de la libertad e igualdad que fortalecen a un Ecuador que cada día es más nuestro. Al recapitular este acontecimiento, los ecuatorianos podemos sentirnos  orgullosos de la historia y  mirar al futuro con confianza. Les damos un agradecimiento a todos los patriotas del Ecuador del pasado y del presente, que han intentado avanzar la libertad y sentar las bases de la paz. Gracias a sacrificios, Ecuador sigue siendo un rayo de esperanza para todos aquellos que sueñan con la libertad y un ejemplo al mundo de lo que puede lograr un pueblo libre.

Por esto es necesario que demos una pausa a la vida, y son estos detalles y celebraciones que nos recuerdan de dónde venimos cuando estamos en una tierra lejana, detalles como el acento de un compatriota oído por casualidad en la calle o una canción en español que nos transporta a los paisajes que vimos cuando niños, a los sabores de la comida de las abuelas, a los sábados de juego en el parque del barrio. Es por eso que Organizaciones como la Comunidad ecuatoriana “Virgen del Cisne”  ha gestionado la presencia de un Consulado permanente en la ciudad de New Haven, Consulado que hoy se constituye una pequeña patria a la distancia.

Hoy por hoy que sabemos que New Haven es el centro, el corazón de la economía regional, del despliegue de firmas públicas, de un prospero desarrollo residencial y es la casa tradicional del sector del Gobierno Institucional. Estas funciones conectadas con la estructura física de la ciudad y sus sistemas de circulación y comunicación, forman las  bases de una ciudad brillante y exitosa. Por último, tal como lo señaló Richard Levin, Presidente de la acreditada Universidad de Yale, New Haven “Es una ciudad rica por su arquitectura, música, museos, restaurants y parques, LO SUFICIENTEMENTE GRANDE PARA SER INTERESANTE Y LO SUFICIENTEMENTE PEQUENIA PARA SER CALIDA” Lo que la ha hecho merecedora con sobra de merecimientos estar entre las 10 mejores ciudades de los Estados Unidos por cuatro ocasiones.

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