jueves, 15 de julio de 2010

¿Después de la Marcha, que?


“Si el proceso legislativo no funciona, nosotros tenemos que llevarlo a la calle". Luis Gutiérrez 

En esta Semana Santa, de intensa conmemoración cristiana, que recordamos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, son momentos de vivos movimiento litúrgicos en el interior de las distintos manifestaciones  cristianas. Es así que los religiosos desde sus templos solicitan unirse en oración y detener las actividades, para demostrar que somos un pueblo que ama a Dios y necesita respeto; refiriéndose solidariamente al impulso nacional por una Reforma Migratoria, piadosa e impostergable. En este contexto la Iglesia, y nadie en particular, puede observar el bien o el mal en un espacio de su vida sin conmoverse. La vida es un todo indivisible, es por eso que debemos exhortar a todos los presidentes Latinoamericanos para que también intercedan y promulguen esta iniciativa. 

El Foro Nacional de Inmigración, uno de los grupos organizadores de la "Marcha Por América", aseguraban que a las 15h00 p.m, exactamente una hora más tarde del inicio de la concentración, aproximadamente 175.000 personas ya conformaban el ejercito de peregrinos, salidos desde lo más recóndito, para enfundarse el uniforme de la esperanza y marchar por el histórico parque, al compás de la bulliciosa banda de soflamas pro-emigrantes, gritando por un sendero que los lleve a la legalización.

Fue entonces que entre vítores y grandes aplausos el presidente estadounidense aseguró: "siempre les he prometido ser su aliado mientras nos esforzamos por arreglar nuestro sistema quebrado de inmigración, y ese es un compromiso que reitero hoy. Prometo hacer todo lo posible por forjar un consenso entre ambos partidos este año con respecto a este importante asunto. No será fácil y no sucederá de la noche a la mañana”. Aseguró el jefe de la Casa Blanca. Lo que significa que aún los políticos más importantes toman nota si la manifestación es grande.


Ésta movilización se produce tres días después de que dos senadores, Charles Schumer y Lyndsey Graham, presentaran su propuesta marco para la reforma, pero al parecer Schumer no encuentra un segundo republicano que lo secunde. La propuesta prevé robustecer la seguridad en la frontera; poner en viaje una vía "dura, pero justa" de legalización para los indocumentados.

De todos modos el presidente ha intentado alisar acritudes, manteniendo una cadena de reuniones con dirigentes latinos. “Pero no son solamente a los líderes latinos, a los senadores que apoyan la reforma y a los legisladores hispanos a quienes necesita convencer.. Debe hacer lo que él hace mejor, remangarse las mangas de la camisa y hablar con el corazón en reuniones comunitarias y discursos televisados.” Dice un editorial de La Raza de Chicago.

El panorama no es tan claro, incluso el presidente ha nublado el horizonte con otras anotaciones en su cuaderno: la reforma financiera y nuevas permutas a la ley de educación, bajo el lema "No dejar ningún niño atrás.” A juzgar por sus ligeros pasos, la parsimoniosa reforma migratoria no creo que logre alcanzar sus prioridades. Pregunto; ¿será  que ningún político en Washington se aventurará a levantar la mano  en defensa  de una reforma migratoria inclusiva mientras no se engorde la economía y bajen las cifras del desempleo?. Es más, los diarios abren sus páginas con noticias donde la  Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha establecido cuotas para llegar a un récord en las deportaciones de este año. "Se me hace un paso gigantesco, pero hacia atrás". Lo resumió el asambleísta Kevin de León. 

Obviamente no podían desaprovechar el momento los anti-inmigrantes para enviar una carta al presidente Barack Obama, argumentado, según ellos: "cada vez que la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) actúa deteniendo y deportando a inmigrantes indocumentados, salva y crea trabajos para los estadunidenses...”.

Un artículo de opinión decía, “ el León del Senado se nos fue cuando más necesitábamos su carisma, su experiencia y sabiduría. Y el senador McCain ya no parece tener los mismos bríos en torno al tema”. Atrás quedaron sus proezas pasadas llenas de abnegación  y  sacrificio cuando  valientemente obsequiaron sus cabezas a merced de los verdugos para que se lograra la legalización de los 12 millones de indocumentados.

Sin embargo, no todo está cuesta arriba, fuentes gubernamentales dijeron que la Casa Blanca podría intentar hacer prosperar el proyecto después de las elecciones de noviembre y las festividades de fin de año. No dejemos de lado que las elecciones de noviembre van a tentar  a muchos legisladores a adoptar un discurso anti-inmigrante, como sucedió entre el 2006 y el 2007, pero, no olvidemos también, que los parlamentarios son pensantes y saben del poder "voto latino". De todos modos conoceremos qué sucede cuando ambos partidos se sienten a rendir el examen y tengan que contestar las preguntas en materia de inmigración.

Es obvio que los millones de hispanos que desean que la reforma migratoria integral sea una realidad y no buenas intenciones, no van a indultar jamás a quienes deshonren su palabra engañándolos con mágicas galimatías, haciéndoles creer que es un pastel detrás del cristal  y que su hambre de una solución amplia y justa puede esperar. Mientras tanto siguen las apocalípticas narraciones de la agonía que experimentan los indocumentados antes de morir, torturados por el sol calcinante en la frontera.

Probablemente, como sucede siempre, del Congreso no saldrán leyes tan malas como algunos temen, ni tan buenas como algunos esperan. Lo que sí es casi seguro, es que en la biosfera electorera se reduplican los sermones y avisos, de que, sin reforma, el inquilino de la Casa Blanca podría, para complacencia de los republicanos, ser presidente de un solo mandato.

Frente a este panorama un poco reseco, sería pues equivocado hacer antesala pasivamente por que llegue la ayuda de una recuperación económica. La única salida de esta crisis sigue siendo las acciones y la  unión, cimentadas en la organización. Por eso, los dirigentes inmigrantes, activistas, guerreros de la libertad y del progreso,  ya adiestran en sus cuarteles para librar más ofensivas con movilizaciones en abril y el primero de mayo y se resisten a arrinconarse en la cobardía del silencio y someterse a las "cacofonías" políticas en Washington.

Mantengamos encendida la fe y el faro de la esperanza, así como lo afirmó el representante federal Luis Gutiérrez, "si el proceso legislativo no funciona, nosotros tenemos que llevarlo a la calle".

Por Dixon Jiménez



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